Ecologistas, proteccionistas y ornitológicos de profesión, hoy están en un lado, expertos criadores del otro. Sería explicable que ambas partes en lugar de estar en conflicto, deberían colaborar uniendo esfuerzos para salvar a las especies amenazadas. Los tiempos han cambiado radicalmente, con las limitaciones a las importaciones por parte de los países ricos. Se consiguen dos ventajas inmediatas:
Se obtendrá forzosamente la reducción de la captura por parte de personas en países pobres y se incentivará la crianza de raza pura.
Ayudará a conservar la especie.
Esta y otras realidades deberán hacer pensar a dirigentes y organizaciones de criadores de todo el mundo que ¡ La Fiesta a Terminado !. Hoy no es posible poseer fácilmente especies bonitas y raras a precios accesibles a todos.
"El Consumo de Aves" está por terminar, ya veíamos que esto iba a suceder. Hoy más que nunca en el interés recíproco entre proteccionistas y organizaciones de criadores deberán colaborar más estrechamente; los proteccionistas estarán tranquilos al aprovechar la experiencia de los criadores y favorecerán la sobre viencia de las especies amenazadas con su extención y los criadores conservarán lo que les apasiona, su hobby.
De esta manera podremos obtener grandes satisfacciones. El criador bien preparado concienzudo y maduro, deberá hacer lo posible para criar aves de raza pura, no sólo por gusto, sino para obtener una sana crianza y satisfacer el mercado. Si las aves se desarrollan en un criadero (en cautiverio), menos aves se capturarán en su ambiente natural, esta es una eficaz forma de proteger las especies.
Un ejemplo es la especie Carduelis Cucullata (cardinalito de Venezuela). Existen en Venezuela sólo de 500 a 600 aves. En Europa se crían anualmente 10,000 aves puras.
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