El Festival Flamenco de Nueva York celebra desde ayer y hasta el
21 de febrero su décima edición, y para festejar una década de
vida en la Gran Manzana mostrará la savia nueva que mueve el
flamenco en España gracias a la presencia de jóvenes talentos en
su programa, entre ellos el cordobés
José
Antonio Rodríguez, que presentará el día 19 su obra
Córdoba en el tiempo en el Skirball Center. "Un año más nos
hemos propuesto traer lo mejor del flamenco a Nueva York, pero
con la voluntad también de mostrar nuevas tendencias y abrir así
una ventana a artistas jóvenes, de menos de 30 años, que ahora
mismo muestran nuevos horizontes", indica el director del
festival, Miguel Marín.
El programa de la muestra, que cuenta
con ediciones simultáneas en Washington, Miami y Boston,
ofrecerá así a los neoyorquinos la oportunidad de disfrutar del
trabajo de aquellos artistas que, según Marín, muestran "las
nuevas tendencias que representan el futuro del flamenco". El
punto de partida del festival fue ayer la gala flamenca en el
teatro City Center, que, bajo el título de Todo cambia, unió
sobre el escenario a Pastora Galván, Manuel Liñán, Belén López y
Rocío Molina, "unas nuevas referencias en el mundo del flamenco
que están buscando su sitio y ofrecen sangre nueva". Marín
destaca la apuesta del festival por "el flamenco más
contemporáneo", aunque sin olvidar "las tendencias más
tradicionales", para las que pone de ejemplo a la bailaora
tarraconense Belén López. El festival también presentará la
obra Oro viejo, de la compañía de Rocío Molina, así como
actuaciones de María Pagés e Israel Galvá.