Miguel Ángel Cortés (Granada, 1972), tocaor habitual en el acompañamiento del cante de Esperanza Fernández y su "compadre" Arcángel, colaborador en grandes proyectos flamencos como el Omega de Enrique Morente y tocaor, desde muy joven, para grandes figuras como Chano Lobato, José de la Tomasa o José Mercé. Con estos avales, que se sustentan además en el hecho de que el granadino es uno de los tocaores más reclamados en festivales de guitarra internacionales, regresa esta noche a los Jueves Flamencos de Cajasol.
En el concierto de "guitarra fresca" que
ofrecerá figuran "algunos temas clásicos, por tangos, alegrías o
bulerías", de sus dos discos: Patriarca (1999) y Bordón de Trapo
(2007) y "algunas primicias" que se incorporarán en su nuevo
disco en solitario, producido por David Peña Dorantes.
Formado
bajo el magisterio de su hermano el también guitarrista
Paco Cortés, "entre cajas" cuando acompañaban a la gran
Carmen Linares, Miguel Ángel se dio cuenta tras unos años
tocando juntos que eran "dos gotas de agua" y que había poco
espacio para desarrollar su espíritu renovador:
"En Sevilla
había más posibilidades de trabajar con unos y con otros.
Di un
giro de 180 grados y me instalé aquí". Y aprendió, entre otras
lecciones, que cuando se acompaña al cante hay que "guardar las
espaldas" y "nunca querer brillar por uno mismo". Hoy, sin
embargo, el único protagonista será él.
ayer en la Fundación Cajasol
Arte de vivir el Flamenco
ayer en la Fundación Cajasol
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