21 de novembro de 2018

Villa romana de Carranque

Aviarium, consumo y caza de aves en Roma

Detalle de mosaico con perdiz, Villa de Materno, Carranque, Toledo

A finales del siglo I a. C., en Roma e Italia se extendió la captura de aves para su venta y consumo así como la cría. Varrón afirmaba que el caballero Marco Lenio Estrabón fue el primero en construir un aviarium: 

“Tú hablas de esa otra clase de aviario que se dice que has construido para recreo junto a Casino, de la que se cuenta que de largo ha sobrepasado no sólo el arquetipo de aviario del inventor, nuestro amigo Marco Lenio Estrabón, nuestro hospedador en Brindis, que fue quien primero tuvo en el peristilo aves encerradas en la exedra, que criaba bajo una red, sino también a los grandes edificios de Lúculo en la región de Tusculum”. (R.R. III, 5, 8)

Este Lúculo quiso hacer un aviario en el que disfrutar de las cenas entre amigos mientras las aves volaban alrededor:  “ Bajo el mismo techo del aviario había incluido un comedor, donde con frecuencia cenaba voluptuosamente y veía a unas aves cocinadas puestas en la fuente de viandas y a otras, capturadas, revolotear alrededor de las ventanas. Pero lo encontraron inútil, pues las aves que revolotean entre las ventanas deleitan los ojos menos de lo que molesta el extraño olor que llena las narices”.

Pintura de Edwin Howland Blashfield

Fueron los niños y jóvenes quienes, en mayor medida, se apasionaron por la caza o captura de aves, casi siempre con la finalidad de someterlas en cautividad. Se trataba, por lo general, de aves comunes como chovas, patos o codornices. Desde César y Augusto los hijos de las grandes familias romanas fueron aficionándose a las aves exóticas o costosas como juguetes o entretenimientos.

Jan Kubelik plays "Zephyr" by Hubay